El negocio del bautismo jordano

Domingo,29 de enero de 2023

El moderno autobús de la agencia, después de dejar a los restantes pasajeros en el complejo hotelero del Mar Muerto, me llevó con el guía al Centro de Interpretación y entrada  al lugar donde supuestamente Jesús fue bautizado por Juan hace más de dos milenios. El guía hablaba un excelente español y me proporcionó todas las indicaciones pormenorizadas del trayecto antes de marchar. Luego debería llamarlo diez minutos antes de salir para que volvieran a recogerme.

Debido a las dificultades que implicaba llegar al Mar Muerto y a Betania  en transporte público había decidido, a través de la web CIVITATIS, contratar una excursión de un día desde Ammán, compartiendo viaje con varias parejas y una chica , todos ellos españoles, pero que ninguno de ellos estaban interesados en realizar una visita a este lugar. Así que se quedaron todo el tiempo en el Mar Muerto mientras yo dividí el mío en dos sitios.


Visitor Center  de Lugar de bautismo de Jesús
Visitor Center del lugar de bautismo de Jesús.

Entré confiado a la amplia sala circular y me dirigí a un oscuro mostrador para canjear mi Jordan Pas por una entrada. Cuando uno de los trabajadores leyó mi papel, me informó que en ese paquete no estaba incluido este acceso. Y era verdad, ya que después de investigar cómo llegar por internet y darme cuenta que era muy complicado  hacerlo en transporte público, además de leer comentarios no muy favorables de la visita, decidí no incluir esta visita por unos jordanos menos que los que tuve que pagar in situ, pero en aquel momento no me acordé que no lo había incluido en mi Jordan Pas. Por lo tanto, no tuve más remedio que pagar los 12J. 

Un microbús nos recogería en quince minutos, mientras tanto me dediqué a mirar la exposición de fotografías en blanco y negro expuestas en grandes paneles en la sala. Poco a poco iban llegando más turistas en sus coches de alquiler. En Jordania es un destino ideal para viajar en vehículo.

Apareció un guía en la sala y nos indicó a todos los presentes que saliéramos fuera  ya que el vehículo esperaba para transportarnos al inicio de nuestra visita. Recorrimos varios kilómetros por una pista asfaltada, a través de un paisaje desolado que no parecía  el lugar más propicio y hermoso para celebrar una efeméride  divina tan importante para la cristiandad,  hasta llegar a una ancha esplanada asfaltada con una tienda de souvenires y un pequeño bar.

Rodeamos al guía, como él nos pidió, y nos advirtió que, al compartir Jordania con Israel frontera en aquella área, estaba totalmente prohibido salir del camino y separarnos de él. Los soldados israelitas, aunque a simple vista no se veían, debían  estaba pendientes de cualquier movimiento extraño y no dudarían de disparar si cruzábamos la frontera, especialmente por el rio Jordán. Un vado tentador.




Visitamos dos pequeñas iglesias ortodoxas, la primera ubicada en el inicio del camino y la segunda cerca del río Jordán, a medio camino entre las dos el lugar donde se bautizó Jesús de Nazaret. Actualmente el caudal bíblico del Jordán había cambiado y donde supuestamente Juan sumergió en aguas sagradas al hijo de Dios, ahora era una charca junto a varias iglesias que solo conservaban sus cimientos protegidos por toldos de madera. Los 12J  en ese instante me pareció un timo; si Jesús fuera un personaje real, dudo mucho que estuviera de acuerdo que el gobierno jordano hiciera negocio con él. Era paradójico que la persona que defendió con más vehemencia a los pobres se acabara convirtiendo en una de las figuras históricas más rentables económicamente, enriqueciendo millonariamente a miles de personas indiferentemente de sus creencias. Por eso, no era de extrañar que los gobiernos jordanos e israelitas se disputaran el privilegio de tener dentro de su territorio el lugar exacto del bautismo. Los intereses más primitivos suelen prevalecer sobre la verdad; al fin y al cabo, las palabras nacieron para ayudar al instinto, no para desvelarlo. Y nuestro viajero, El Viajero Pesimista y yo, que somos la misma persona, siempre nos resultaba cómico oír decir a las personas que ellos querían conocer la verdad, y la realidad es todo lo contrario, porque la verdad también nos embiste a nosotros y nadie quiere ser golpeado, sino vivir lo mejor posible.




Lugar exacto del bautizo


Finalmente, llegamos al rio Jordán, sagrado para el cristianismo y el judaísmo. Su tiempo glorioso había pasado hacía mucho tiempo, ahora era un riachuelo  poco caudaloso, a veces, tan solo un arroyo mugriento. Cruzar la frontera por allí solo requería mojarse las pantorrillas y andar unos cinco metros. Sin embargo, Israel planeaba recuperar este río y que volviera a renacer como el Ave Fénix, recuperar el prestigio perdido.

Resultaba extraño estar tan cerca de Israel, en la otra orilla, y no poder acercarse a los peregrinos que bailaban y cantaban ajenos a nuestras miradas desde nuestra tarima de madera.  Una masa de concreto se erigía desde su orilla con tal vez unas pequeñas grietas hechas a propósito, donde imaginé que soldados israelitas debían estar oteándonos con la mira de sus rifles, dispuestos a apretar el gatillo si alguno de nosotros se nos ocurría acceder a su territorios. Eso sí,los creyentes se  podían mojar sus pies en la orilla jordana sin coger un atajo para ver a Dios. Incluso, había leído  que a veces se bautizaban personas, en ambas orillas, en el enfermo río Jordán. ¿Cómo podía sanar un río que necesitaba ser sanado?





Con esta decepcionante visita, que no recomendaría a nadie que no lo hiciera por creencias religiosas o por una gula curiosidad terminó mi excursión al lugar donde fue bautizado Jesús, según los jordanos. Y marché a bañarme en las pesadas y aceitosas aguas del Mar Muerto, que fue una experiencia mucho más atractiva desde la perspectiva del turista.


Mar Muerto











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